Conocida a lo largo del litoral peruano, la paloma cuculí es una de las aves urbanas más familiares. Habita desiertos costeros, valles agrícolas y ciudades, aportando vida a parques y jardines. Su presencia constante recuerda la importancia ecológica y cultural de conservar la avifauna nativa del Perú.

Clasificación científica

Esta especie pertenece a la familia de las palomas y tórtolas, grupo muy diverso en América. En Perú se la conoce comúnmente como cuculí, y en la literatura científica aparece como Zenaida meloda. A continuación, su taxonomía básica para ubicarla dentro del árbol de la vida.

TaxonomíaInformación
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Aves
Orden:Columbiformes
Familia:Columbidae
Género:Zenaida
Especie:Z. meloda
Nombre científico:Zenaida meloda

Descripción y características

La cuculí es una paloma de tamaño mediano (unos 28 cm), compacta y elegante. Presenta plumaje en tonos pardos y grises, con reflejos sutiles en el cuello y bordes alares más pálidos. El vientre es claro y la cola muestra bandas contrastantes visibles en vuelo, útiles para su identificación. Sus patas son rojizas, el pico oscuro y presenta una coloración azulada alrededor de los ojos,

Está bien adaptada a ambientes áridos y urbanos: forrajea en el suelo con pasos rápidos, bebe en fuentes diversas y vuela de forma directa y veloz. Su canto grave y repetitivo, onomatopéyico, inspira el nombre local cuculí. Tolera humanos, tráfico y ruidos, manteniendo actividad diaria constante.

Dentro de la fauna peruana se distingue por su plasticidad ecológica y por rasgos visuales reconocibles incluso a distancia. Entre sus rasgos distintivos destacan los contrastes de la cola, el tono arena del dorso y su silueta compacta, con cabeza pequeña y pecho robusto.

  • Vuelo directo con aleteo rápido; despega emitiendo un golpeteo sonoro de alas.
  • Cola relativamente larga con bordes claros visibles en desplazamientos.
  • Canto grave y repetitivo, de ritmo “cu-cu-lí”, muy audible al amanecer.
  • Tolerancia notable a entornos urbanos y agroecosistemas costeros.

Hábitat y distribución

En el Perú, la paloma cuculí ocupa principalmente la franja costera, desde Tumbes hasta Tacna, incluyendo ciudades como Piura, Trujillo, Lima e Ica. También se interna por valles interandinos secos, aprovechando cultivos y huertos. Es frecuente en parques, azoteas, malezales, lomas estacionales y matorrales desérticos.

No es endémica estrictamente del Perú: su rango natural se extiende por la costa del Pacífico de Sudamérica. En el país es residente y no migratoria, aunque realiza movimientos locales según la disponibilidad de agua y alimento, concentrándose en zonas verdes durante periodos prolongados de sequía.

Origen y evolución

La cuculí pertenece al género Zenaida, un linaje neotropical de palomas que diversificó en ambientes áridos y semiáridos. Su adaptación a la costa pacífica occidental probablemente favoreció plumajes crípticos, dieta granívora y tolerancia al estrés hídrico. Está emparentada con Z. auriculata y Z. macroura, entre otras especies cercanas.

Otros nombres o denominaciones

En el Perú se la conoce como paloma cuculí o simplemente cuculí, o también como torcaza, paloma cuculina. En publicaciones de ornitología en inglés figura como West Peruvian Dove. En algunos ámbitos rurales recibe apelativos locales, pero conviene evitar confusiones con la paloma doméstica o “de Castilla”, especie distinta y cosmopolita.

Comportamiento y alimentación

Es principalmente granívora: consume semillas de malezas, cereales derramados, frutos pequeños y brotes tiernos. Forrajea en grupos sueltos, picoteando en el suelo o sobre plataformas y techos. Ingieren pequeñas piedritas para moler el alimento en la molleja, y buscan agua en charcos, acequias y bebederos urbanos.

Su comportamiento es sociable y oportunista. Forma bandadas en dormideros y áreas de alimentación, especialmente al amanecer y atardecer. Los machos realizan vuelos de exhibición con aleteos sonoros y reverencias. Mantiene actividad todo el año, ajustando horarios a la temperatura y a la presencia de depredadores urbanos.

Reproducción y ciclo de vida

La reproducción puede ocurrir durante gran parte del año en zonas cálidas. Construye un nido simple de ramitas en árboles, arbustos o estructuras humanas. La puesta típica es de dos huevos blancos; ambos padres incuban y alimentan a los pichones con leche de buche hasta su rápido emplumamiento.

Importancia ecológica y cultural

Como consumidora de semillas y frutos, la cuculí actúa ocasionalmente como dispersor de semillas, enlazando espacios verdes urbanos, chacras y matorrales. Además, recicla granos derramados, ayudando a mantener limpio el suelo. A su vez, sirve de presa para rapaces urbanas, aportando energía a cadenas tróficas locales.

En el imaginario urbano costeño, su canto acompaña madrugadas y plazas. La cuculí aparece en relatos costumbristas y canciones populares, asociada a la nostalgia barrial. Su cercanía cotidiana facilita actividades de educación ambiental, acercando a niños y adultos a la observación de aves y al respeto por la fauna.

Conservación y amenazas

Según la UICN, Zenaida meloda está clasificada como Preocupación Menor (LC) gracias a su amplia distribución y abundancia. En Perú es común en ambientes humanizados. Aun así, monitoreos locales son útiles para detectar cambios poblacionales vinculados a sequías intensas, urbanización acelerada o variaciones agrícolas regionales.

Entre las amenazas destacan la colisión con ventanas, depredación por gatos domésticos, persecución en cultivos y exposición a patógenos de aves urbanas. La pérdida de vegetación nativa reduce sitios de anidación. Medidas como jardines amigables con fauna, control responsable de mascotas y diseño urbano sensible mitigan riesgos para la especie.

Datos curiosos

A continuación, algunas curiosidades que ayudan a reconocer y comprender mejor a la paloma cuculí en su entorno cotidiano. Estas notas resaltan aspectos de su comportamiento, su relación con las ciudades y ciertos detalles anatómicos discretos que pasan desapercibidos cuando no se la observa con atención.

  • El nombre “cuculí” imita su canto grave y repetitivo, muy audible en amaneceres costeros.
  • En vuelo luce destellos claros en la cola, rasgo práctico para identificarla a distancia.
  • Reutiliza plataformas de nido —propias o abandonadas— reforzándolas con ramitas frescas.
  • Los machos producen “palmadas” de alas durante exhibiciones nupciales y defensa del territorio.
  • Puede realizar varias nidadas al año cuando la oferta de alimento y agua es favorable.

Preguntas frecuentes

¿Qué come la paloma cuculí?

Principalmente semillas de hierbas y cultivos, además de granos derramados en mercados y corrales. Completa la dieta con pequeños frutos y brotes. Bebe agua a diario y traga piedritas para moler el alimento en la molleja. En ciudades, aprovecha comederos y áreas verdes irrigadas.

¿Es nativa del Perú o migratoria?

Es nativa de la costa pacífica de Sudamérica, con presencia destacada en el Perú. No realiza migraciones de larga distancia; es residente. Sin embargo, puede efectuar desplazamientos locales según la oferta de alimento, agua y refugio, concentrándose en parques, chacras y valles durante sequías.

¿Cómo diferenciarla de la paloma doméstica?

La cuculí muestra perfil más esbelto y cola con puntas claras bien definidas. Su coloración es pardo-gris uniforme, sin variaciones irregulares propias de la paloma doméstica. Además, su canto grave y repetitivo difiere del arrullo más suave de Columba livia, común en centros urbanos.

¿Se puede tener como mascota o está protegida?

Es fauna silvestre nativa. No se recomienda capturarla ni mantenerla como mascota; la tenencia puede estar regulada por autoridades ambientales. Lo apropiado es observarla y favorecer su hábitat con jardines, agua y refugios. Para consultas legales específicas, contacte a la autoridad regional competente.

Conclusión

La paloma cuculí encarna la sorprendente resiliencia de la avifauna peruana ante ambientes áridos y ciudades en expansión. Conservar sus hábitats, promover áreas verdes y reducir amenazas urbanas fortalece ecosistemas y vínculos culturales. Con pequeñas acciones, aseguramos que su canto siga acompañando plazas y hogares del litoral peruano.