La capacidad de comunicación de los chimpancés y su comportamiento alimenticio han sido objeto de intensos estudios científicos, revelando fascinantes aspectos de su vida diaria. Un reciente estudio publicado en la revista Science Advances expone un descubrimiento sorprendente: los chimpancés consumen alcohol regularmente a través de frutas fermentadas. Este hecho, aunque a simple vista parezca anecdótico, podría ofrecer pistas sobre el origen de la atracción humana por el alcohol.
El consumo diario de alcohol en chimpancés
Los chimpancés salvajes en regiones de Uganda y Costa de Marfil han sido observados por un equipo internacional de científicos, coordinados por la Universidad de California en Berkeley. Estos primates ingieren unos 14 gramos de etanol puro al día, lo que equivale a una bebida alcohólica estándar en Estados Unidos. Dado el peso promedio de un chimpancé, alrededor de 40 kilos, en comparación con un humano de 70 kilos, esta cantidad se traduce en casi dos bebidas alcohólicas diarias para un humano.
El estudio, liderado por Aleksey Maro, pone de manifiesto que, aunque no se sabe con certeza si los chimpancés buscan activamente frutas con alto contenido de etanol, el alcohol es una parte habitual de su dieta. Los investigadores sugieren que este comportamiento alimenticio podría haber sido compartido por nuestros ancestros humanos.
La importancia del etanol en la dieta de los chimpancés
Para comprender mejor este fenómeno, los científicos evaluaron la concentración de etanol en 21 tipos de frutas recolectadas en las regiones de Ngogo y Taï, entre 2017 y 2021. Las frutas más maduras, como el higo Ficus musuco y una especie similar a la ciruela, presentaban mayores niveles de etanol, con un promedio de 0,32 % y 0,31 % respectivamente.
Dado que los chimpancés consumen una cantidad considerable de fruta diariamente, aproximadamente 4,5 kilogramos, se estima que ingieren cerca de 1,4 bebidas estándar al día según las normas internacionales. Este consumo se distribuye a lo largo del día, por lo que los chimpancés no muestran signos evidentes de intoxicación.
La hipótesis del "mono borracho"
El estudio respalda la hipótesis planteada en 2016 por Robert Dudley, conocida como la hipótesis del "mono borracho". Esta teoría sugiere que la atracción de los humanos por el alcohol podría tener sus raíces en los comportamientos alimenticios de los primeros homínidos. Según Dudley, el aroma del etanol ayuda a los animales a encontrar alimentos más ricos en azúcar, proporcionando un mayor rendimiento energético.
Además, el consumo de alcohol podría intensificar el placer de comer, similar a la experiencia humana de acompañar la comida con vino. También se postula que compartir frutas fermentadas podría fortalecer los vínculos sociales entre los primates.
Conclusiones y perspectivas
El descubrimiento de que los chimpancés consumen etanol de manera regular nos ofrece una perspectiva valiosa sobre la evolución de la dieta y los hábitos de consumo de alcohol en los humanos. Este estudio sugiere que la atracción humana por el alcohol podría ser una herencia evolutiva de nuestros antepasados comunes con los chimpancés. Según Maro, esta investigación abre la puerta a un mayor entendimiento de cómo la dieta de nuestros ancestros pudo haber influido en los comportamientos actuales relacionados con el consumo de alcohol.
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