El charango despliega un encanto sonoro capaz de cautivar desde la primera nota. Nacido en los Andes y profundamente arraigado en la identidad musical del Perú, este pequeño cordófono ha viajado por el tiempo y las fronteras sin perder su espíritu festivo y emotivo. Su timbre brillante, su tamaño cómodo y su carácter expresivo lo han convertido en compañero infaltable de peñas, fiestas patronales y escenarios contemporáneos, donde sigue inspirando a nuevas generaciones de músicos y oyentes.

¿Qué es el charango y por qué enamora?

El charango es un instrumento de cuerdas de la familia de las guitarras, reconocido por sus diez cuerdas agrupadas en cinco órdenes. Aunque pequeño, proyecta un sonido sorprendentemente amplio, con matices que van de lo jocoso y festivo a lo íntimo y nostálgico. En el Perú, su presencia es habitual en el altiplano y en regiones como Puno, Cusco y Ayacucho, donde dialoga con la quena, la zampoña y el bombo en ensambles tradicionales y propuestas modernas.

Más que un instrumento, es un símbolo cultural que conecta historias, territorios y memorias. Su música acompaña la vida cotidiana, las celebraciones comunitarias y el repertorio académico, consolidando al charango como un puente entre tradición y contemporaneidad.

Orígenes e historia en los Andes peruanos

Los orígenes del charango se remontan a la época virreinal, cuando poblaciones andinas adaptaron guitarrillas y vihuelas europeas a su propio contexto. Con el tiempo, surgió un instrumento pequeño, de gran resonancia y fácil de transportar por los caminos serranos. En el Perú, su desarrollo estuvo especialmente ligado al sur andino, donde encontró un lenguaje propio en fiestas, comparsas y recitales.

Maestros intérpretes, como el recordado ayacuchano Jaime Guardia, contribuyeron a su difusión y prestigio, llevando el charango a escenarios nacionales e internacionales. Hoy, la lutería peruana y el repertorio local continúan enriqueciendo su historia con nuevas técnicas y estéticas.

Construcción y materiales: artesanía viva

Tradicionalmente, algunos charangos se elaboraban con caparazón de armadillo (quirquincho). Sin embargo, por razones éticas y de conservación, la fabricación actual prioriza maderas cuidadosamente seleccionadas, sin perder la esencia del instrumento. En la práctica, la elección de materiales y el trabajo del luthier definen su personalidad sonora.

  • Partes principales: caja de resonancia, tapa armónica, mástil, diapasón, clavijero y puente.
  • Materiales comunes: maderas locales y andinas para la caja y el mástil; tapas armónicas ligeras para potenciar la proyección.
  • Cuerdas: diez cuerdas en cinco pares, combinando agudos reentrantes y medios para un timbre brillante.

En el Perú, la normativa de protección de fauna silvestre desincentiva el uso de caparazón, fomentando opciones sostenibles. Esto ha impulsado una lutería creativa y responsable, con acabados finos, incrustaciones artesanales y diseños que respetan la tradición.

Sonoridad y repertorio: del huayno al yaraví

El charango destaca por su timbre claro y chispeante, ideal para acompañar huaynos, yaravíes, carnavales y otras formas del cancionero andino peruano. Es frecuente escucharlo en rondas, comparsas y peñas, alternando entre rasgueos rítmicos y melodías punteadas que sostienen el canto o dialogan con la quena y la zampoña.

  • Ensamble clásico: charango, quena, zampoñas, guitarra y percusiones como bombo y caja.
  • Solo o dúo: charango como voz principal con apoyo de guitarra o bombo.
  • Fusión: incorporación en propuestas de rock, jazz andino, música académica y proyectos experimentales.

Su versatilidad permite un tránsito natural entre lo festivo y lo contemplativo, ofreciendo una paleta expresiva que cautiva tanto a públicos locales como internacionales.

Técnicas de ejecución y afinaciones

Dominar el charango implica equilibrar ritmo y melodía. Entre las técnicas más comunes están el rasgueo (con variaciones de acentos), el punteo y los arpegios, además del trémolo para sostener frases cantables. La mano derecha alterna uñas y yemas, mientras la izquierda explora posiciones que aprovechan la cercanía de las cuerdas dobles.

Las afinaciones varían por región y estilo. La más difundida se conoce como afinación reentrante, donde no todas las cuerdas se ordenan de grave a agudo. También existen afinaciones tradicionales empleadas en contextos específicos. Elegir una u otra depende del repertorio y del maestro o escuela con la que se estudie.

Aprender charango en el Perú: primeros pasos

El charango es un instrumento accesible para principiantes. Su tamaño compacto, la cercanía entre trastes y la riqueza del repertorio motivan una progresión constante. En el Perú abundan oportunidades de aprendizaje: clases particulares, talleres comunitarios, escuelas de música y espacios culturales que programan cursos periódicos.

  • Elige bien tu instrumento: busca acción cómoda, afinación estable y construcción sólida. Si es posible, prueba varios.
  • Apoya a luthiers locales: además de asesorarte, pueden ajustar el instrumento a tu técnica y estilo.
  • Accesorios útiles: funda o estuche, paño de limpieza, cuerdas de repuesto y humidificador si vives en clima seco.
  • Rutina de estudio: combina ejercicios de rasgueo, escalas simples y canciones cortas del cancionero andino.

Para avanzar, la guía de un docente con experiencia en repertorio peruano resulta clave. También suman los ensayos en conjunto, que fortalecen ritmo, escucha y musicalidad.

El charango en la música contemporánea

En las últimas décadas, el charango ingresó con naturalidad a proyectos de fusión y escenarios internacionales. Bandas de rock, ensambles de música de cámara y propuestas de world music lo incorporan por su color distintivo. En el Perú, nuevas generaciones lo cruzan con sintetizadores, guitarras eléctricas y percusiones afroperuanas, creando paisajes sonoros originales.

La presencia del charango en festividades y escenarios patrios se mantiene vigente, y en celebraciones emblemáticas como la Festividad de la Virgen de la Candelaria en Puno, suele integrarse a distintos conjuntos, marcando el pulso emocional de danzas y comparsas. Su voz pequeña, pero poderosa, continúa abriendo caminos.

Síntesis

El charango concentra siglos de historia y una energía sonora que sigue vibrando en el Perú y el mundo. Desde los andes puneños hasta los escenarios urbanos, su voz clara enlaza tradición y modernidad. Aprenderlo, escucharlo o construirlo es sumarse a una artesanía viva que resguarda memoria y, al mismo tiempo, proyecta futuro. Que sus diez cuerdas nos sigan recordando de dónde venimos y todo lo que aún podemos cantar.

Preguntas frecuentes

¿Cuántas cuerdas tiene un charango?

La forma más común de charango posee diez cuerdas dispuestas en cinco pares. Cada par se afina al unísono u octavado según la tradición y el repertorio, generando su timbre característico.

¿Sigue usándose caparazón de armadillo?

Hoy se priorizan maderas por razones de conservación y ética. En el Perú, la protección de la fauna silvestre desincentiva el uso de caparazones, por lo que lo recomendable es optar por instrumentos de lutería responsable.

¿En qué se diferencia del ronroco o charangón?

El ronroco y el charangón son variantes de tamaño mayor y registro más grave. El charango estándar es más pequeño y posee un timbre brillante, ideal para rasgueos ágiles y melodías punteadas dentro de la música andina peruana.

¿Es difícil aprender a tocar?

Es un instrumento amigable para empezar. Con una buena postura, ejercicios básicos de rasgueo y punteo, y práctica constante, es posible tocar canciones sencillas en pocas semanas. La guía de un maestro acelera el progreso.

¿Con qué instrumentos se combina mejor?

Dialoga muy bien con quena, zampoña, guitarra y bombo. También se integra a teclados, bajo y batería en propuestas de fusión, aportando brillo y ataque rítmico.

¿Cómo cuido mi charango?

Mantén el instrumento lejos de cambios bruscos de temperatura y humedad, límpialo tras tocar y cambia cuerdas con regularidad. Un estuche adecuado y, si es necesario, un humidificador ayudan a preservar su estructura.

¿Dónde puedo conseguir un buen charango en el Perú?

Existen luthiers y talleres especializados en varias ciudades, además de tiendas de música. Lo ideal es probar el instrumento, consultar al fabricante y elegir el que mejor se adapte a tu mano y estilo.