El ají de gallina es uno plato representativo de la gastronomía peruana y a pesar que no se tiene bien definido su origen, se presume es una variante del clásico “manjar blanco” e inicialmente tenía un sabor dulce. Sin embargo, en la actualidad, se ha convertido en un plato con un sabor muy característico gracias a la incorporación del ají.

¿Cómo preparar ají de gallina?

Con respecto a la preparación del ají de gallina, se puede llevar a cabo de dos maneras: la tradicional y la versátil y rápida.

En la preparación tradicional se acostumbra a moler los ingredientes del aderezo en un mortero; mientras que con el otro método los ingredientes del aderezo sofríen y luego se licuan.

Aquí te enseñaremos a preparar el ají de gallina con el segundo método, siguiendo la corriente de lo fácil y rápido; eso sí, sin sacrificar en ningún momento el sabor.

Ahora bien, parte del secreto de esta preparación radica en su consistencia espesita y cremosa y esto se consigue utilizando pan francés o galletas de soda.

Y para obtener el color característico del ají de gallina se recomienda adicionar palillo o aumentar la cantidad de ají amarillo, aunque puede resultar un poco más picante.

Receta de ají de gallina

El ají de gallina se caracteriza por tener un sabor, aroma y color muy peculiar; razón por la cual se ha convertido en el preferido de muchas personas. Aprovecha y aprende a prepararlo de la manera más fácil y rápida con esta receta que hoy traemos para ti. Estamos seguros que te encantará y a tus familiares también. Ahora sí, sin más preámbulo, vamos por el paso a paso.

Ingredientes

  • 1 pechuga de gallina
  • 4 panes francés o 6 galletas de soda
  • 1 taza de leche evaporada
  • 2 cucharadas de aceite vegetal
  • 1 cebolla picada en cuadritos
  • 3 dientes de ajo picados
  • 1 cucharada de ají mirasol licuado
  • 2 ajíes amarillos sin semillas cortados en tiras
  • 1 cucharada de palillo
  • 1 rama de perejil picado finamente
  • Sal, pimienta al gusto
  • Comino al gusto

Acompañamiento

  • 4 porciones de arroz blanco
  • 4 papas amarillas sancochadas y cortadas en rodajas
  • 2 huevos sancochados
  • 8 aceitunas negras
  • 4 hojas de lechuga

Preparación

  1. Lo primero que debes hacer es remojar el pan o las galletas en la leche evaporada. Mezcla y reserva.
  2. Seguidamente pon a calentar una olla con suficiente agua y un poco de sal. Sumerge la pechuga de pollo y deja cocinar por 25 o 30 minutos o hasta que la pechuga esté bien blandita. Retira del fuego y deja enfriar. Reserva el caldo de cocción.
  3. Una vez esté fría la pechuga, desmenúzala y reserva.
  4. Por otro lado, pon a calentar otra olla o sartén alto y vierte un chorrito de aceite. Agrega la cebolla y sofríe hasta que la misma se ponga transparente.
  5. Seguidamente añade el ajo, el ají amarillo, el ají mirasol, el palillo, la pimienta, el comino y la sal al gusto. Mezcla todo y sofríe por 3 minutos más.
  6. Vierte el pan remojado con la leche y añade el caldo de gallina. Mezcla y deja cocinar por 5 minutos.
  7. Lleva la preparación a la licuadora. Licua hasta que tome una consistencia cremosa y suave. De ser necesario, puedes agregar un poco más de caldo.
  8. Regresa la mezcla a la olla y adiciona la pechuga desmenuzada. Deja cocinar por 5 minutos.
  9. Por último, rectifica la sazón con sal. Y asegúrate que la preparación tiene la consistencia deseada.
  10. Retira del fuego y sirve. Se puede acompañar con papas sancochadas, arroz graneado, huevos cocidos y unas aceitunas negras al gusto.

Tips o secretos para preparar ají de gallina

  • El secreto principal del ají de gallina radica en remover constantemente la preparación una vez se licue, de esta manera garantizamos que todo se cocine uniformemente y no se pegue.
  • En caso de no conseguir pechuga de gallina también se puede hacer con pechuga de pollo. Y lo mejor de todo es que no se notará la diferencia.
  • La forma típica de servirlo es poniendo una cama de lechuga en el plato, encima se coloca las rodajas de papas y encima el ají de gallina. Al costado se pone el arroz blanco y se decora con rodajas de huevo sancochado y unas cuantas aceitunas negras.
  • En caso de querer un ají de gallina más picante se puede dejar las venas y las semillas al ají amarillo.
  • Durante la cocción de la pechuga de gallina se puede añadir un diente de ajo y un poco de kion o jengibre para realzar su sabor.